lunes, 5 de mayo de 2014

La formación del profesorado, factor clave en el proceso de cambio

Según estudios realizados en el 2007, los sistemas educativos con mejores resultados en las pruebas PISA, tienen tres rasgos comunes:

· Todos ellos seleccionan a los mejores docentes.

· Apoyan su desarrollo y formación

· Garantizan la mejor educación posible a todos los niños.

Todo esto debido a la calidad en la formación y aprendizaje permanente del profesorado.

Tras una investigación realizada por Manuel Area, a los docentes participantes en el proyecto Escuela 2.0, estas son las conclusiones obtenidas:

·Incremento de la formación tecnológica del profesorado, fomento de la innovación metodológica y aumento cuantitativo de tecnología en los centros.

· Aumenta la presencia de las TIC en los centros, incrementando a su vez la motivación del alumnado.

· Necesidad de mayor formación en el uso de las TIC al profesorado.


Uno de los principales retos de la integración de las TIC en la educación, es generalizar un modelo pedagógico en el que las tecnologías se empleen de forma innovadora. El docente al incluir en su actuación didáctica las nuevas tecnologías digitales, plantea nuevos retos y desafíos profesionales, por lo cual debe recibir formación específica y un modelo educativo que les guíe en el proceso.

Desde el Instituto Nacional de Tecnología Educativa y Formación del Profesorado (INTEF) se ofertan cursos de formación a los docentes con actividades variadas de experimentación, con el objeto de capacitar en la enseñanza, tanto tecnológica como metodológicamente hablando.

Esta organización se vincula a proyectos que integran las TIC en la educación como el proyecto Atenea y el Proyecto Escuela 2.0. Este último, ha puesto en marcha el modelo de aula digital del siglo XXI, instando en centros redes informáticas, pizarras digitales, ordenadores, conexión de banda ancha a Internet…con la finalidad de garantizar el acceso a la Red y diversos recursos educativos.


Competencia digital: La competencia digital docente

En 1997 los países que forman parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, lanzaron un Programa para la Evaluación Internacional para Estudiantes (PISA), incluyendo en dicho programa el concepto de “competencia”. La Comisión Europea propone en el 2005 las ocho competencias fundamentales para el Aprendizaje, incluyendo la competencia digital como el “uso seguro y crítico de las tecnologías de la sociedad de la información para el trabajo, el ocio y la comunicación”. 

Por ello, la competencia digital forma parte del currículum prescriptivo en nuestro país, considerándose uno de los aprendizajes imprescindibles que los alumnos deben tener. 

El uso de las TIC debe estar presente en todas las áreas y en las relaciones entre los miembros de la comunidad educativa, considerándose de vital importancia para ello, la continua formación del profesorado en este ámbito.

La adecuada alfabetización digital de los docentes permitirá a estos el uso de forma efectiva de las nuevas herramientas tecnológicas.

Según cuenta Pere Marqués, se incrementa la motivación y la actitud positiva y receptiva hacia las TIC por parte del profesorado cuando aumentan su formación en este campo.

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